¿Es el momento de centrarnos en la tecnología y la sostenibilidad ambiental del turismo?

“En un periodo de bonanza turística, en el que el ejercicio 2015 será excelente para el sector, la Plataforma Tecnológica y de Sostenibilidad del Turismo- THINKTUR ofrece un acuerdo marco para que todos los empresarios turísticos, sus proveedores, los destinos turísticos y los investigadores, puedan dar a conocer sus avances y desarrollos para el sector,  puedan  iniciar proyectos de colaboración tecnológico e innovación o comuniquen las iniciativas de sostenibilidad ambiental.

Según la teoría darwinista, no sobreviven las especies más fuertes sino aquellas que tienen capacidad de adaptación a los cambios del entono. En estos momentos de cambios globales en el sector turístico, solo aquellas empresas o destinos que se adapten a los cambios tecnológicos y a las exigencias derivadas del cambio climático, podrán mantener su nivel de competitividad. En términos darwinistas, sólo aquellos que se adapten e introduzcan medidas podrán sobrevivir. ¿Y qué mejor momento para introducir estos cambios que el periodo de bonanza en el que está viviendo el sector turístico? THINKTUR apoyará todas estas iniciativas.”

El año 2015 va camino de convertirse en un excelente año turístico. Al menos, los datos hasta septiembre así lo avalan. Todos los organismos y entidades públicos y privados consideran que el actual ejercicio será el mejor de la última década:

  • El número de turistas extranjeros han alcanzado 60,08 millones en los diez primeros meses del año, último dato conocido, lo que representa un  4,4% más que en 2014, que fue un año record.
  • El volumen de gasto turístico supera los 53,8 miles de millones de €, suponiendo un 6,3% más que enero-septiembre 2014.
  • Las pernoctaciones tanto de turistas extranjeros como nacionales han subido un 3,8%, registrándose una ocupación media del 60% los nueve primeros meses del año.
  • Los indicadores de rentabilidad hotelera, la facturación media diaria (ADR)  y el ingreso medio diario por habitación disponible (RevPar), han alcanzado un septiembre 80,0€ (un 5,5% de aumento) y 57,4€ (crecimiento del 80%) respectivamente.

Todos estos datos han permitido a la Asociación Exceltur afirmar en su último Informe de Perspectivas Turísticas de octubre que “el sector turístico registra el mejor verano de la última década, que gracias a un crecimiento del PIB (turístico) del 3,7% en los tres meses de verano”. También la CEHAT, en su Observatorio de la Industria Hotelera Española de Noviembre, afirma que “las expectativas del Índice Hotelero de invierno mejora considerablemente…. Esta mejora supone un crecimiento de 35,4% con respecto al mismo periodo del año anterior”.

Tan  buenos resultados macroeconómicos del sector y la sustancial mejora de la rentabilidad de las empresas turísticas, nos permiten a afirmar que  algo habrá hecho bien el sector para alcanzar tan buenos resultados. Y efectivamente, en los difíciles años de la crisis, las empresas turísticas  han mejorado su eficiencia operativa, han saneado sus balances, han mejorado su posición competitiva en los mercados internacionales y han resistido con eficacia la competencia de la oferta alegal de alojamientos de uso turístico.

Sin embargo no debemos ser excesivamente complacientes con los resultados. También han sido debidos a impulsos externos que no serán permanentes: los conflictos internos en muchos destinos del Mediterráneo, guerras entre países, aumento del transporte aéreo por el abaratamiento del coste del combustible, disminución del tipo de cambio del euro frente al dólar y la libra, etc.

Por todos estos motivos, y aprovechando estas circunstancias favorables, es el momento de reflexionar sobre los retos estructurales que debe afrontar el sector turístico español.

Algunos afirmarán que los retos críticos son la regulación de la oferta turística alegal, la unificación de las legislaciones turísticas a nivel del Estado español, la minoración de las cargas impositivas, el aumento de la promoción exterior, o incluso el estimulo para nueva oferta hotelera.

Todos estos son aspectos que habrá que abordar, sin duda. Pero hay otros asuntos de carácter estratégico que requieren un debate riguroso y sereno, y exigirán la puesta en marcha de algunas soluciones, no siempre fáciles, tal y como ya han comenzado a hacer los empresarios turísticos más conscientes de la situación.

Es cierto que el sector turístico tiene que afrontar cambios estructurales que se están sucediendo en nuestras sociedades: globalización, cambios demográficos, acceso a la información, customización de las necesidades turísticas o el impacto de nuevos servicios low cost.

Frente a cambios tan profundos, el sector turístico tiene que adaptarse para responder a tales retos: mejorando la calidad y variedad de servicios, formando los recursos humanos para atender numerosas necesidades de la economía del conocimiento, apoyando las nuevas demandas, creando un marco regulatorio que potencie la competitividad; pero también, y sobre todo, estimular el desarrollo tecnológico y la innovación y asegurar que el sector turístico se desarrolle de manera sostenible, no solo en términos económicos, sino también y fundamentalmente en términos ambientales.

Es en este contexto que THINKTUR, la Plataforma Tecnológica y de Sostenibilidad del Turismo, quiere contribuir a este debate y a la puesta en marcha de acciones que permitan mejorar la competitividad del sector; competitividad basada en los nuevos desarrollos tecnológicos y de innovación, desarrollados por y para el sector turístico, así como en la incorporación de los principios de sostenibilidad ambiental en sus operaciones diarias.

Si bien es cierto que la crisis económica ha impactado negativamente el gasto de I+D (la última información disponible indicia que el gasto de I+D empresarial en el 2012 cayó un 4% respecto al año anterior, representado en términos monetarios 7.094 millones de €), no debería ser menos cierto que en la recuperación, las empresas deberían aumentar su gasto en I+D, tanto en gasto de capital como el gasto corriente del I+D.

Como recordatorio indicar que en el 2012, la situación del gasto de I+D empresarial,  era la siguiente:

1)    el gasto de las empresas en I+D en el 2012 representa el 0,69 del PIB, el más bajo de los grandes países de la UE (Alemania 1,95%, Francia 1,45%, UK 1,1%).

2)    aunque el sector servicios es el segundo de mayor gasto en I+D (37,4% del gasto ejecutado por las empresas), por detrás del sector industrial, en este sector se incluyen actividades de alto valor añadido como, ingeniería, consultoría, etc.

3)    el sector de hostelería (alojamientos y comidas y bebidas, según la CNAE 55 y 56) invierte según las diferentes fuentes del INE (Estadística  sobre las Actividades de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico, Indicadores Básicos 2012, INE 2013, y la Encuesta sobre Innovación Tecnológica de las Empresas 2012, INE 2013) entre 8,3 millones de € (según la Estadística) y 27,8 millones de € (según la Encuesta), dependiendo de las fuentes.

En conclusión, según los datos publicados, el sector de la “Hostelería, Alojamientos y Restauración” es la actividad económica que menos recursos empresariales dedica al  I+D  (escasamente el 0,11% del total de gasto I+D empresarial) y su porcentaje con respecto al PIB turístico 2012 (113.673 millones de €) es, según la fuente que se utilice, entre el 0,007% (Estadística) y el 0,02% (Encuesta), muy lejos del peso que tiene esta actividad en la economía española y muy alejado de las necesidades del sector para mantener la competitividad turística a largo plazo.

Es cierto que según los datos del estudio “ITH Hotel Tech Into 2015”, derivados de una encuesta realizada a 52 directores y responsables tecnológicos, parece sentirse en el sector hotelero la necesidad de invertir en I+D+i. Según dicho estudio, el 70% de los expertos encuestados, centran sus proyectos de I+D en herramientas de gestión operativa del hotel, dispositivos móviles o soluciones en la nube. El resto de las encuestas se focalizan en tecnologías asociadas a la experiencia del cliente, tales como domótica, equipamiento inteligente o wearables o accesorios. En cualquier caso, el 60% de las cadenas encuestadas esperan realizar este tipo de inversiones en I+D en los próximos 24 meses.

El primer reto, por tanto, es definir cómo el sector turístico, junto a sus proveedores, va a incorporar los avances tecnológicos que se están produciendo en la sociedad. Este objetivo exigirá:

  • El convencimiento de los propietarios, gestores y profesionales turísticos de que hay que invertir en I+D si queremos mantener nuestros niveles de competitividad en el futuro.
  • La colaboración de las empresas proveedoras del sector. Tanto los proveedores de bienes (electrónica, equipamiento de cocinas, baños, lavanderías, textil, muebles, climatización, energía, materiales de construcción, ascensores, alimento, iluminación, etc.), como los de servicios (TICs, consultoría, marketing, publicidad, etc.) deben desarrollar proyectos innovadores para, o conjuntamente con, el sector turístico.
  • La contribución de las entidades académicas y centros tecnológicos, para que generen el conocimiento necesario.
  • La elaboración de la información precisa para medir el volumen de I+D en el sector turístico y su evolución.

 

Una verdadera colaboración entre las empresas turísticas, sus proveedores de bienes y servicios y los centros de conocimientos, no solo mejoraría la posición tecnológica del sector turístico, sino que también alentaría el desarrollo de un sector industrial turístico potente al servicio del mercado español y del mercado internacional. La creación de un “cluster turístico” potente debería convertirse en un objetivo primordial del sector turístico y sus proveedores.

El segundo reto es aceptar las exigencias ambientales que la sociedad reclama tanto en el ámbito empresarial como geográfico. Una exigencia de este tipo requerirá de los poderes públicos y de las empresas una estrategia de desarrollo sostenible.

Hace tiempo que se viene advirtiendo al sector turístico del impacto negativo que sus actividades provoca sobre el medioambiente, especialmente consecuencia del excesivo consumo energético, la sobreutilización del agua y  la abundante producción de residuos. Ya en el 2011, un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (UNEP), en su informe “Towards the Green Economy”, estimaba que el turismo generaba el 5% del total de Gases Efecto Invernadero (GHG), de los cuales el 75% procedía del transporte turístico y el 21% de los servicios de alojamiento.

Desde entonces, numerosos estudios han confirmado el impacto negativo, que tanto el transporte como los hoteles, tiene en el cambio climático. Más aún en términos microeconómicos, numerosas instituciones, como Cornell University, por medio de sus estudios de sostenibilidad hotelera (Hotel Sustainability Benchmarking, mayo 2014; y Enviromental Sustainability in the Hospitality Industry, marzo 2015) o el World Travel and Tourism Council, a través de su programa Hotel Carbon Meassurement Initiative, de junio del 2013, han comenzado a dar información minuciosa sobre el impacto microeconómico del sector hotelero en la huella de carbono, por habitación ocupada diaria o por espacio de reuniones en términos de horas de uso.

Otros estudios sobre medioambiente de los hoteles han centrado su atención en el impacto sobre la cuenta de resultados derivado del consumo en recursos. Así EnergyStar (Hotels: An Overview of Energy use and Energy Efficiency Opportunities, abril 2014) estima que una reducción del 10% en el consume energético de los hoteles americanos equivale a un aumento de 1.35$ en la facturación media diaria por habitación.

Por otro lado la instalación de sistemas de ahorro de agua o de sistemas de reciclaje, no solo reduce la factura del agua, sino también la factura energética para calentar esa agua (S. Alexander, Green Hotels: Opportunities and Resources for Succes, 2002).

También en España se ha cuantificado el impacto directo, indirecto e inducido que sobre la producción, la inversión  y el empleo, tendrían las medidas de ahorro energético en el sector hotelero. La consultora PWC (Cómo impulsar la Eficiencia Energética en el Sector Hotelero Español, 2013), siguiendo la metodología del IDAE, estima que  el desarrollo de  un plan de eficiencia energética en el sector hotelero implicaría una inversión de 364 millones de €, pero se lograría un reducción del 20% del consumo energético, obteniéndose no solo unos ahorros anuales de 210 millones de € en la factura energética, sino también la reducción de 835.000 toneladas de CO2. Todo esto bajo el supuesto de una reducción del consumo energético anual de un hotel medio de 660Mwh a 530 Mwh, después de las medidas de ahorro.

Las empresas turísticas españolas ya han comenzado a actuar en ese ámbito para optimizar el consumo de energía, agua y residuos. El Instituto Tecnológico Hotelero (ITH) viene desarrollando una vasta campaña entre los hoteles para desarrollar una gestión energética integral, con el fin de reducir los costes de producción, maximizar el ahorro energético en sus instalaciones de climatización y agua caliente, la puesta en marcha de energías renovables, y soluciones de control y monitorización de consumos de recursos.

También es cierto que algunas cadenas españolas han incorporado en sus planes y lo dan a conocer públicamente, una decidida estrategia medioambiental para  disminuir la emisión de CO2 a la atmósfera, para reducir el consumo de agua o mejorar su reciclaje, y para gestionar sus residuos bajo criterios medioambientales. Son conocidas las estrategias exitosas del Grupo Meliá, del  Grupo NH o de Artiem Fresh People Hotels. Ciertamente habrá otras cadenas u hoteles que también tengan programas similares y sería muy positivo que sus experiencias fueran públicas. Thinktur apoyará y publicará cuantas iniciativas de este tipo le sean comunicadas.

Sin embargo estas iniciativas no pueden ser individuales. Es imprescindible que las empresas turísticas comiencen a medir de manera continua el impacto ambiental de sus operaciones, de manera similar a la forma de medir su impacto económico. Porque lo que no se mide, no se conoce, y  a un problema que no se conoce, difícilmente se lo podrán buscar soluciones.

Sería preciso implantar una metodología para medir en el sector hotelero el impacto ambiental generado por la propia actividad (Alcance 1) y el impacto generado por las actividades necesarias para el desarrollo del negocio (Alcance 2). El impacto de las actividades indirectas, como las derivadas de la cadena de proveedores, los traslados de los empleados o viajes de negocios (Alcance 3) deberían tener un carácter voluntario. Un modelo  basado en la autorregulación de estas características, impediría la aplicación de medidas coercitivas de carácter regulatorio o fiscal que pudieran imponerse por las Administraciones.

Por lo que respecta al impacto medioambiental geográfico, es indudable la necesidad de desarrollar una estrategia de renovación turística, tanto del litoral español como de otras zonas intensamente turísticas (ciudades, zonas de montaña, esquí, resorts, etc.)

En el caso de muchos destinos turísticos, como viene afirmando Exceltur desde hace tiempo, se observan síntomas de pérdida de competitividad derivado de la obsolescencia y madurez de muchos de estos espacios turísticos. En este sentido habrá que abordar:

  • La rehabilitación de los destinos maduros con el concurso de las Administraciones y empresas del sector.
  • La racionalización o limitación de nuevos procesos de construcción.
  • La ordenación territorial de los destinos para evitar su congestión y el resto de pérdida futura de clientes.

Adicionalmente, habrá que tener en cuenta el efecto que tendrá sobre nuestro litoral el calentamiento global. Hoy nadie pone en duda que el aumento de las temperaturas hará subir los niveles del mar y el impacto negativo sobre las playas, nuestro principal recurso turístico. Según la Estrategia para la Adaptación de la Costa al Cambio Climático, elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente, y recogido en el artículo de J.A. Aunion, en el 2040 podrían producirse retrocesos medios de las playas entre 1,5 y 3,0 metros, según se trate de playas en el Mediterráneo o en el Cantábrico respectivamente. Al menos esta advertencia debería hacer reconsiderar aquellos proyectos urbanísticos más próximos a la playa y planearnos el impacto que nuestra actividad tendrá a largo plazo sobre el sector.

Es una ardua tarea, pero habrá que esforzarse para alcanzar tan ambiciosas metas. Por este motivo THINKTUR,  plataforma  apoyada por los Ministerios de Economía y Competitividad y el de Industria, Turismo y Energía, y gestionada por el Instituto Tecnológico Hotelero, está creando un ecosistema constituido por empresas turísticas, empresas proveedoras del sector, destinos turísticos y entidades del conocimiento (universidades y centros tecnológicos) para considerar todos estos cambios tecnológicos y ambientales,  y crear un espacio que permita:

1)    Estimular el conocimiento, los nuevos desarrollos tecnológicos, la innovación y la sostenibilidad en el sector turístico.

2)    Generar una simbiosis entre las empresas y destinos turísticos, con las empresas proveedores de bienes y servicios para desarrollar proyectos tecnológicos y sostenibles.

3)    Promover una verdadera “industria del turismo” que facilite la competitividad de nuestras empresas e impulse la internacionalización de las empresas proveedoras de bienes y equipos, de  soluciones y herramientas turísticas.

4)    Facilitar el acceso de los agentes del ecosistema, primero, a los planes de I+D de las Administraciones Española y Europea, y segundo, a  los proyectos de contratación internacional de carácter turístico.

THINKTUR no tiene ambición económica, es una agrupación sin ánimo de lucro, pero si tiene ambición intelectual para generar reflexión, debate y acción, sobre los nuevos modelos de gestión tecnológica y ambiental que permitan al sector turístico español seguir manteniendo el liderazgo entusiasta mundial que hoy tiene. Para esta tarea, se solicita la colaboración de empresas, profesionales e investigadores del sector turístico para apoyar este proyecto.

 

Fernando Panizo Arcos
Presidente THINKTUR
Thinktur, Plataforma  Tecnológica y de Sostenibilidad del Turismo
www.thinktur.org

La tecnología de la condensación como solución para equipos productores de calefacción y A.C.S.

La preocupación por el cambio climático llevó en 1988 a la creación del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) y sus conclusiones, provocaron la aprobación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). En este artículo técnico, Noelia González, responsable de Soluciones Hoteleras de ACV España, explica la evolución que ha venido desarrollando durante los últimos años este acuerdo y las principales novedades introducidas en la Directiva Europea.

El objetivo de la Convención (CMNUCC) es alentar a los países industrializados a estabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero y el Protocolo de Kyoto, aprobado en 1997 y vigente hasta el 2020, pone en práctica este objetivo.

En 2010, la Comisión Europea desarrolló una estrategia que incluía los ya conocidos objetivos: reducción del 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero respecto de 1990, alcanzar el 20% de fuentes renovables en el consumo energético de la UE en 2020 y aumentar la eficiencia energética con el fin de ahorrar un 20% del consumo energético de la UE respecto de las proyecciones para el año 2020.

Desde entonces, la UE ha estado desarrollando directivas y proyectos como la Directiva de Eficiencia Energética en los Edificios (EPBD), el Programa Soluciones en Energías Renovables (RES) y ahora la Directiva de Ecodiseño (ERP).

Directiva de Ecodiseño ErP. Generalidades

Se trata de una Directiva Europea de obligado cumplimiento para los estados miembros de la UE de aplicación en el diseño de Productos relacionados con la Energía (ErP).

Aunque esta directiva afecta a más de 1000 categorías de productos, para aquellos relacionados con la climatización y la producción de ACS aplica a calderas, bombas de calor, acumuladores, sistemas de cogeneración, sistemas combinados de productos…, definiendo para éstos:

  • Los niveles mínimos de eficiencia
  • los niveles máximos de emisiones de NOX
  • El mínimo aislamiento para los acumuladores
  • El nivel máximo de emisiones acústicas para bombas de calor

A partir de la entrada en vigor de la Directiva, solo se podrán comercializar con marcado CE aquellos productos fabricados según los requisitos ErP.

 

Directiva de Ecodiseño ErP. Calderas solo calefacción y mixtas

Las calderas solo calefacción y mixtas que deberán cumplir los requisitos de Ecodiseño desde septiembre de 2015 son aquellas con potencias ≤ 400 kW. Para estos equipos, la normativa define un nivel de eficiencia energética mínimo a cumplir desde el 26 de septiembre de 2015, que será más restrictivo para algunos de ellos a partir de septiembre de 2017.

Esto significa que la nueva directiva ErP prohibirá la comercialización de aquellas calderas solo calefacción y mixtas menos eficientes, que no cumplan los requisitos mínimos de rendimiento indicado en la Directiva. Otra novedad que incorpora la normativa de Ecodiseño es que el rendimiento que siempre se había calculado en base al PCI (Poder Calorífico Inferior) ahora se calculará basándose en el PCS (Poder Calorífico Superior).

Por este motivo, los rendimientos superiores al 100% que antes estábamos acostumbrados a ver para las calderas de condensación, ahora estarán alrededor del 90% mientras que las calderas convencionales tendrán un rendimiento basado en el PCS del orden del 80%.

 

Cómo afecta la ErP al sector hotelero

Desde septiembre de 2015, todos aquellos hoteles de nueva edificación o existentes que quieran acometer una renovación en su sistema de calefacción y ACS mediante calderas a gas o gasóleo con potencias ≤ 400 kW, deberían incluir en sus proyectos equipos fabricados según las directrices de eficiencia de la nueva normativa ErP.

Existe, claro está, un tiempo en que convivirán en el mercado equipos fabricados con anterioridad a la entrada en vigor de esta Directiva de Ecodiseño que podrán ser comercializados hasta agotar stocks.

 

Soluciones para el sector hotelero. La tecnología de la condensación

La normativa ErP, para calderas y calderas mixtas, define un rendimiento mínimo a cumplir que será solo alcanzable mediante la tecnología de la condensación de elevada eficiencia.

La tecnología de la condensación se basa en la recuperación del calor por cambio de fase del vapor contenido en los gases de combustión. En las calderas convencionales, los gases o humos son evacuados a través de la chimenea a elevadas temperaturas (>120ºC), mientras que en las calderas de condensación se aprovecha el calor latente de los gases para calentar el agua que circula por el interior de la caldera, expulsándolos a una temperatura muy inferior.

Para que la condensación sea posible, el agua que recibe el calor procedente de los humos debe estar a una temperatura baja, alrededor de los 35-45ºC. Para temperaturas más elevadas del agua, el vapor de los gases de combustión no condensa y el intercambio de energía entre estos humos y el agua no se puede realizar adecuadamente.

Este proceso de recuperación de calor y las características energéticas que se citan a continuación, hacen de las calderas de condensación la opción más eficiente y limpia de la que se dispone actualmente:

  • Rendimiento estacional muy elevado, superior al 93% basado en el PCS, el 104% basado en el PCI (gracias a la recuperación de calor)
  • Nivel de emisiones de NOx muy bajo
  • Regulación de la temperatura en función de la demanda energética:

–       Pueden trabajar a alta temperatura (radiadores antiguos)

–       Pueden trabajar a baja temperatura (radiadores de baja temp., suelo radiante, fan-coils..)

Las calderas de condensación se pueden integrar en sistemas de calefacción y en sistemas de calefacción y producción de ACS, ya sean nuevos o existentes.

Si solo se requiere calefacción, el esquema resulta idéntico al que se implementaría con una caldera convencional, la temperatura de ida y retorno solo dependerá del tipo de emisores existentes (de alta o baja temperatura) y esto repercutirá de forma directa en la eficiencia del conjunto.

Cuando se trata de producir ACS y calefacción, el esquema para calefacción será el mismo, pero para la producción de ACS nos encontramos con dos posibles opciones:

  • Sistema tradicional: Producción de ACS con gran acumulación
  • Sistema más eficiente: Producción de ACS semi-instantánea

El sistema tradicional, se basa en acumular una gran cantidad de ACS a lo largo de todo el día, para poder disponer del volumen necesario en el momento que se generan las puntas de consumo.

Cuando la caldera de condensación produzca ACS no podrá condensar y su rendimiento será similar al de una caldera convencional, puesto que la temperatura de retorno del acumulador de ACS a la caldera es demasiado elevada para que esta pueda condensar.

En este sentido, es interesante la solución que ofrecen los equipos de producción de ACS y calefacción HEAT MASTER TC de ACV, que producen ACS de forma semi-instantánea adaptándose en todo momento a la demanda existente de forma flexible y eficiente, gracias a su tecnología Tank in Tank y a su sistema Total Condensing, que permite condensar en modo calefacción y en modo ACS (rendimiento estacional del 94% en modo calefacción y del 87% en modo ACS con perfil de carga XXL). Su elevado rendimiento posibilita un ahorro energético y económico de aproximadamente el 20% en comparación con sistemas convencionales nuevos.

El sistema Tank in Tank se caracteriza por disponer de una gran superficie de intercambio, de manera que el agua de consumo contenida en el acumulador interior al equipo es calentada de forma homogénea y rápida a partir del agua del circuito primario del generador. Esta tecnología Tank in Tank incorpora un diseño patentado que evita las incrustaciones y la calcificación en las paredes interiores del tanque, alargando la vida útil del equipo.

Su tamaño compacto permite la instalación del equipo en salas de reducidas dimensiones. Esto lo convierte en un producto ideal para reformas o reposiciones, reduciendo la obra civil e inversión necesaria para realizarlas. De igual forma, sus características permiten una simplificación del circuito hidráulico, lo que supone un ahorro económico adicional en la instalación de ACS.

Puede ampliar esta información en la página web de ACV: www.acv.com

 

Noelia González
Responsable de Soluciones Hoteleras, ACV España
solucioneshoteleras@acv.com
 

La próxima fase de la experiencia del cliente: Inteligencia Artificial

La aplicación comercial de la inteligencia artificial comienza implantarse, pero, ¿cómo puede afectar al sector turístico?, ¿a qué nuevas preguntas debemos dar respuesta?

«Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir» dice el replicante Roy Batty antes de fallecer en la película Blade Runner.

Aparte del spoiler para quien no haya visto la película de Ridley Scott, esta famosa frase expresa el paso por el que los robots de la categoría a la que pertenece Roy llegan a tomar consciencia de sí mismos y desarrollan el deseo tan humano como es no morir. En este caso, Roy se resiste a la fecha de caducidad para la que ha sido programado y lucha por seguir disfrutando de la oportunidad de vivir.

Lejos estamos de esta situación, sin embargo, muchos han sido los robots con autoconsciencia protagonistas de películas, como Terminator o recientemente Her. Nos encontramos en la fase de la inteligencia artificial o computing coginitive.

Aunque Terminator o siquiera un ciborg sean aún fantasía, ya se han dado los primeros pasos para que los robots conscientes de su propia existencia lleguen a ser una realidad. A finales del siglo XX, se presentó ante el mundo Deep Blue, una máquina capaz de ganar una partida de ajedrez al campeón mundial en ese momento, Gary Kasparov. Sin embargo, pocas fueron las aplicaciones comerciales de Deep Blue, cayendo en el olvido, al menos de las noticias tecnológicas. El potencial de la inteligencia artificial volvió a estar sobre la mesa hace unos años tras la presentación de Watson, el mayor proyecto actual de inteligencia artificial del mundo, liderado por IBM.

Pero ¿cómo funciona la inteligencia artificial?, ¿qué le diferencia, por ejemplo, del comportamiento predictivo de Google? La inteligencia artificial utiliza el lenguaje natural y sigue dos líneas de trabajo: programación de ontologías y machine learning.

Las ontologías informáticas son la herramienta que permite la aplicación del lenguaje natural por parte de los robots. El término ontología procede del ámbito de la filosofía, en concreto, de la metafísica, y se refiere al “ser del ser”, es decir, a aquello que constituye una cosa dada. Las ontologías informáticas consisten en que los ordenadores sepan tanto qué es cada concepto como qué no es, en eso consiste la diferencia del lenguaje natural frente a la búsqueda semántica utilizada, por ejemplo, por Google. Es decir, el ordenador sabe que si tecleamos o pronunciamos la palabra “vacaciones” es porque estamos planificando una estancia en un destino y así, no mostrará los resultados de una web donde aparezca la película Vacaciones en Roma o simplemente el cartel de “cerrado por vacaciones”, como ocurre con frecuencia en los buscadores semánticos, cuanto más cuanto más detallados son las palabras de búsqueda.

La otra herramienta utilizada por la inteligencia artificial es el machine learning o aprendizaje automático, una técnica por la cual un robot puede aprender y a partir de ahí, articular respuestas. El conocimiento se produce por la generación y desarrollo de algoritmos y patrones derivados del comportamiento de los usuarios y que el robot pueda, de esta forma, anticiparse a sus problemas o necesidades.

En la actualidad, la inteligencia artificial se ha comenzado a aplicar en campos como la medicina o la defensa, o campos con usos comerciales como la inversión de capitales o el turismo. Dentro del turismo, las iniciativas se dirigen a optimizar la satisfacción de las necesidades del usuario. Por el uso del lenguaje natural los robots son capaces de identificar las preferencias del potencial cliente, tanto lo escrito como lo no escrito, y de ofrecerle el producto turístico, ya sea un destino o un hotel o una actividad, que más se ajuste a estas preferencias. Mediante la técnica de machine learning los robots pueden afinar su conocimiento del cliente potencial, en especial en el campo de lo no expresado, en base al comportamiento del usuario en internet.

Uno de los ejemplos que utiliza inteligencia artificial es Wayblazer, basado en Watson, y que ayuda a hoteles, compañías aéreas o destinos a ofrecer sus propuestas con el máximo de personalización a sus clientes. En España, se encuentra HotelYou, un buscador de hoteles basado en inteligencia artificial en el que los clientes pueden expresar sus necesidades, por extrañas o exigentes que sean, y la plataforma les ofrece aquellos hoteles que cubren estas necesidades. Otro ejemplo es la web de turismo de Austin, la capital de Texas, la cual utiliza la inteligencia artificial de Watson y persigue proporcionar la información con la mayor personalización posible a potenciales turistas y organizadores de eventos.

Como vemos, las aplicaciones en el sector turístico aún son incipientes, pero lo que es seguro es que a partir de 2016 la aplicación de la inteligencia artificial explotará. De momento, tiene una barrera importante, las iniciativas actuales se encuentran aisladas ya que se llega a ellas por los buscadores, y de momento, los buscadores aún no han adoptado la inteligencia artificial ni el lenguaje natural. Su adopción puede significar la próxima revolución de internet.

¿Cuándo conviviremos con robots autoconscientes? Es difícil de decir, pero antes de dar próximos pasos quizá sería conveniente fijar las fronteras de este desarrollo. Stephen Hawking o Elon Musk, grandes defensores de la tecnología, también son partidarios de acotar su utilización ya que no fijar límites podría suponer el fin de la especie humana. Para evitar terminators y replicantes quizá deberíamos retomar a Isaac Asimov y sus tres leyes de la robótica, que se resumían en que los robots siempre debían obedecer y proteger al ser humano.

Como en tantos otros momentos de la historia, el debate no se debería centrar en la conveniencia de la tecnología sino en su utilización, pero eso es otra historia, como diría C3PO, el droide de protocolo de Star Wars, “a veces no comprendo el comportamiento humano”.

En cualquier caso, como hemos visto, la implantación de la inteligencia artificial en el ámbito comercial puede traer consigo múltiples aplicaciones, nuevos modelos de negocio y mejor experiencia del cliente en el sector turístico.

 

Fernando Ruiz Diezma
Jefe de Proyectos del Área de Nuevas Tecnologías
Instituto Tecnológico Hotelero 
@fruizdiezma

Cuatro buenas y sencillas prácticas para tu hotel

Siempre he considerado que para dar consejos a un hotelero, tienes que contar con un extenso bagaje o bien conocer muy de primera mano y desde dentro el negocio. Por el momento, mi mochila está medio llena y la sigo completando con las experiencias que vivo cada día rodeado de expertos en el sector, con las conversaciones que mantengo con directores, propietarios y proveedores de la hotelería.

Si algo he aprendido de este negocio en el poco tiempo que llevo, es que nunca seré hotelero. Creo firmemente que es uno de los negocios más complejos y absorbentes que existen hoy en día, y lo cierto es que tengo una profunda admiración por aquellas personas que son capaces de explotar eficientemente y de manera exitosa un negocio de este tipo. No quiero ni hablar, de los que además son capaces de innovar e incorporar nuevas tecnologías de manera eficiente y lógica, manteniendo un balance saneado.

Decía que es complicado dar consejos a un hotelero porque cada establecimiento, ubicación, perfil de cliente, tamaño o situación es totalmente diferente. No tiene nada que ver un hotel de 400 habitaciones en el sur de Tenerife con más de 100 empleados con un pequeño hostal cerca de la Rambla de Barcelona. Ambos tienen un mismo negocio, vender camas, pero lo cierto es que la realidad que vive cada uno en su gestión diaria es radicalmente distinta. Y eso se traduce en un producto final y un target totalmente diferente que configura un Marketing Mix: Producto, Precio, Distribución y Promoción muy particular para cada tipo de establecimiento.

Por este motivo, y a riesgo de ser generalista, me atreveré a lanzar cuatro buenas prácticas relativamente fáciles de aplicar que he visto y escuchado a muchos hoteleros a los que les va bastante bien, por si en algún caso particular pudiera servir de ayuda:

  1. MENOS ES MÁS. CÉNTRATE EN LO REALMENTE IMPORTANTE. El principio de Pareto defiende que el 80% de los resultados, provienen del 20% de los recursos. ¿Tengo identificados los recursos más y menos productivos de mi hotel? ¿Qué servicios estoy ofreciendo en mi hotel, y de cuales vienen la mayoría de mis ingresos? ¿Puedo gestionar todos de manera eficaz o se me escapa alguno de las manos? ¿Son servicios imprescindibles que reclaman la mayoría de mis huéspedes? ¿Podría liberar recursos sin que se viera afectado mi RevPAR?
  2. FRUSTRACIÓN = EXPECTATIVAS – REALIDAD. Si algo bueno tiene la sociedad de la información en la que vivimos, es que si haces bien las cosas igual que si las haces mal, la gente lo sabrá. Invierte tiempo en formar adecuadamente a tus empleados, asegúrate de que estén satisfechos y trata de identificar y superar las expectativas de tus clientes. Nunca, bajo ningún concepto, les engañes. Si de algo estoy seguro, es que generalmente los hoteles que hacen las cosas de manera excelente, tienen que invertir mucho menos dinero en sus canales de distribución y venden haciendo la mitad de esfuerzo que los demás.
  3. NO IMITAR A MI VECINO, O SÍ. En el sector hotelero, es habitual tener un seguimiento diario de lo que hace el hotel de enfrente y otros similares a mí, seguimos sus precios de venta, su posición en TripAdvisor, el perfil de clientes que le entran, e incluso hay quien se hace pasar por huésped y cuenta con herramientas que les permiten hacer un seguimiento exhaustivo de sus precios de venta. Puede estar bien copiar al de al lado, el problema es cuando esto se hace a ciegas, sin estrategia y sin haber pensado que es lo que realmente queremos obtener de una acción determinada. ¿Sabemos quién está detrás de su política de precios? ¿Estamos dispuestos a abandonar nuestra estrategia de venta en las manos de un desconocido y de nuestra competencia? ¿Te has planteado contar con un profesional para que gestione tu política de precios y saque el máximo posible de cada venta? Existen muchos expertos en la materia que pueden hacer que duermas mucho mejor.
  4. PONTE A RÉGIMEN. Dedicar tiempo a renegociar tus contratos energéticos y con proveedores, conocer tu potencia contratada, sumarte a iniciativas de compra agregada para obtener un precio más competitivo e invertir en equipamiento que te permita ser más eficiente y que sea fácilmente amortizable, te permitirá aumentar considerablemente el margen de explotación de tu negocio.

No me gustaría terminar este breve artículo sin resaltar la importancia de llevar a cabo los cambios en nuestro negocio dentro de una estrategia bien planificada con objetivos concretos, cuantificables y realizables que motiven paulatinamente el cambio y eviten que nos estrellemos.

Como diría Peter Drucker  «Algunas veces las estrategias son más importantes que la innovación en sí misma. El problema es que raramente te dejan una segunda oportunidad».

 

Juan Carbajal
Área de Proyectos y Operaciones y Departamento de Nuevos Socios
Instituto Tecnológico Hotelero
@JuanCarbajal13

«Nos encontramos en un punto de inflexión y redefinición de los Bed4U del futuro»

ENTREVISTA A RAMÓN SOLA, CEO Y SOCIO FUNDADOR DE BED4U HOTELS

La cadena Bed4U se ha propuesto “revolucionar” el sector de los hoteles “low cost”, tanto desde el punto de vista arquitectónico, como del contenido (equipamiento, mobiliario) y de servicios (tecnología y trato humano). En su plan de expansión contempla entre 10 y 12 aperturas hasta 2020, según explica su CEO y socio fundador, Ramón Sola, en esta entrevista a ITH.

Bed4U es una cadena joven que se identifica con el espíritu emprendedor, ¿cree que emprendimiento e innovación tienen que ir de la mano?

Todo el mundo habla de ser innovador pero serlo supone “integrar el espíritu emprendedor” en el día a día, cuestionarse la forma de hacer las cosas y ser inconformista generando nuevas ideas proactivamente. En ese territorio nos sentimos cómodos y es donde aportamos valor.

¿Y en qué sentido os consideráis innovadores?

Nuestra mayor innovación es que nuestro equipo de trabajo lleva la innovación en el ADN. Y nuestra inspiración reside en la escucha activa al cliente que nos hace estar siempre evolucionando y en movimiento.

Introducimos cambios casi a diario en nuestra empresa, tanto a nivel interno como externo. A veces acertamos y otras no. Entonces ¡volvemos a cambiar! Apostamos por una filosofía basada en la agilidad y el dinamismo en la toma de decisiones

Se suele relacionar la innovación con avances tecnológicos, pero ¿qué valor tiene la tecnología en la estrategia de innovación de Bed4U y en su plan de desarrollo?

Hoy en día es imposible separar la tecnología de la innovación. Nuestro cliente, el “smart traveler”, es tecnológico y por lo tanto tenemos que darle innovación en ese sentido pero…¡cuidado! la tecnología tiene que estar ligada al trato humano.

Que nuestros clientes dispongan de Ipads, tengan un servicio Premium wifi, dentro y fuera del hotel, o accedan desde su móvil a la información del alojamiento y de su entorno es muy importante, pero conseguir que nuestro personal se desviva por nuestro cliente es lo que al final aporta valor.

Además, ahora mismo nos encontramos en un punto de inflexión y de redefinición de los Bed4U del futuro en el que buscamos que la tecnología esté presente en todo proceso para optimizar el trabajo de nuestro equipo y mejorar la experiencia de los viajeros.

¿Qué os diferencia de otras cadenas que también ofrecen buena relación calidad precio en sus establecimientos? 

Somos una cadena con un producto muy equilibrado y potente a la vez. Ofrecemos mucho por un precio muy ajustado, algo importantísimo en estos momentos. Con ello, además de mantener el espíritu “Smart”, proponemos al viajero inteligente una combinación tremendamente atractiva y realmente diferencial.

Aun así, continuamos trabajando en el progreso de nuestro producto con el objetivo de “revolucionar” el sector de los hoteles “low cost”, tanto desde el punto de vista arquitectónico, como del contenido (equipamiento, mobiliario) y de servicios (tecnología y trato humano). Todos estos pilares, ya recogidos en un “Master Proyecto”, han ido tomando forma en sesiones de creatividad realizadas con un equipo multidisplinar del que han participado expertos de éste y otros sectores, proveedores tecnológicos y clientes con diferentes perfiles.

¿Creéis que es necesario que el sector hotelero español se replantee la necesidad de incorporar nuevos productos y servicios?

No es necesario, ¡ya lo estamos haciendo nosotros! (entre risas).

Sois una cadena joven, operando tres establecimientos hasta la fecha. ¿Cuáles han sido las principales dificultades que os habéis encontrado en los cuatro años que lleváis de actividad?

Consolidar el modelo de negocio y estandarizarlo sin duda. Pero una vez superado el proceso de prueba y demostrada su rentabilidad, nos encontramos preparados para replicarlo y seguir creciendo.

¿Cuáles son vuestros objetivos de expansión? 

Estamos abiertos a valorar diferentes opciones, pero nuestro objetivo se centra en Madrid, Barcelona y provincias limítrofes a Navarra (País Vasco por ejemplo). Nos planteamos afrontar desde nuevas construcciones hasta reconversiones de hoteles que puedan cumplir el estándar Bed4U por una inversión contenida. Nos hemos marcado el objetivo de 10 – 12 aperturas en el plazo 2016-2020. Es un propósito ambicioso pero con una hoja de ruta muy clara.

¿Con qué facturación prevén cerrar 2015? ¿Qué cambio representa esta cifra respecto al ejercicio anterior?

Prevemos que nuestro grupo de empresas cerrará 2015 con una facturación entorno a los diez millones de euros. De esta cifra, dos millones y medio corresponden a la actividad de alojamiento de Bed4U Hotels, en la que llevamos tres años con incrementos de ventas de un 10% de media.

¿Y qué perspectivas tienen para 2016?

Nuestra prioridad es seguir consolidando la tendencia creciente de venta de los hoteles actuales y poner en marcha alguna de las nuevas aperturas.

Durante el próximo año, la cadena de hoteles Bed4U ampliará fronteras fuera de la provincia de Navarra y vivirá su lanzamiento a nivel nacional contando con el apoyo financiero de nuevos socios inversores. Todo ello irá acompañado de la progresiva implementación de las innovaciones tecnológicas referentes a servicios, procesos, equipamiento y experiencias, plasmadas en nuestro “Master Proyecto”.

2016 va a ser un año importante para Bed4U.

 

Paula Pielfort Asquerino
Jefa de Comunicación, ITH
@PaulaPielfort