¿Sabes cuándo se acuñó el concepto ‘sostenibilidad’ con el significado actual?
Parece increíble, pero el origen del concepto ‘sostenibilidad’ con el significado con la que lo conocemos actualmente, se remonta a poco más de 30 años: es en 1987 cuando aparece por primera vez en el famoso Informe Brundtland (también titulado ‘Nuestro futuro común´) elaborado por varios países para la ONU.
Gracias a la entrada del concepto de sostenibilidad, se comprendió la necesidad de realizar planteamientos y soluciones globales, todos los problemas están interconectados y hay que hacerlos frente a escala global.
Esta fue la semilla que ha ido germinando hasta llegar a las nuevas generaciones, donde se pretende llevar a Europa hacia el camino del futuro sostenible. Es por ello, que el objetivo del 20/20/20 para 2020, es a través de una economía que genere pocas emisiones de carbono y consuma menos energía.
¿Qué se pretende conseguir en esta fecha?
1) Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 20% respecto a los niveles de 1990
2) Obtener un 20% de la energía a partir de fuentes renovables
3) Mejorar la eficiencia energética en un 20%
Pero… ¿Cómo afecta esto al desarrollo de la arquitectura actual?
En este sentido, la Unión Europea estima que el 40 % del consumo total de energía y el 36% de las emisiones de efecto invernadero corresponden a los edificios, lo que unido a la obsolescencia del parque de viviendas respecto a los criterios de eficiencia energética, otorga al sector un notable potencial de ahorro.
Para ello, una de las principales líneas de actuación que se plantea, es fomentar la construcción de edificios de consumo de energía casi nulo (EECN), así como la rehabilitación para adecuar el parque de viviendas a los requisitos de este concepto.
Se propone una evolución hacia una arquitectura sostenible, ¡pero no solo eso!, desde MORPH queremos daros una serie de pautas para poder llegar a una construcción medioambientalmente más sostenible.
MANDAMIENTOS MORPH PARA ALCANZAR UNA ARQUITECTURA SOSTENIBLE Y ECCN
1) La demanda de energía para un edificio de vivienda deberá ser de alrededor de 15kWh/(m²a) (Passivhaus)
2) Un edificio debe ser eficiente energéticamente, a través de sus equipos e instalaciones. Una vez reducida la demanda, las máquinas que necesitamos para calentar el agua y la calefacción y refrigeración no tienen que tener tanta capacidad. Esto reduce el consumo, porque los rendimientos se ajustan más las necesidades.
3) Se utilizará principalmente energía renovable y si es posible, generación de energía propia. Para ello, recurriremos a energías renovables: colectores solares térmicos, paneles foto-voltaicos, mini-eólicos, etc.
4) Un edificio debe ser sostenible a través de su relación con el mundo. El impacto de los edificios en el medio ambiente, el consumo de recursos naturales, de energía y el cambio climático son aspectos significativos que hay que empezar a valorar.
5) Las medidas tomadas serán económicamente viables, teniendo en cuenta la vida completa del edificio.
6) Serán lugares inclusivos donde todo individuo se vea representado. Es importante implantar y promover la accesibilidad en los edificios del mismo modo que se tienen en cuenta los criterios de eficiencia energética, seguridad, etc.
7) La orientación del proyecto será un elemento clave en su diseño. La fachada óptima es aquella que “está orientada” hacia la trayectoria solar. Orientación Sur en el hemisferio Norte y orientación Norte en el hemisferio Sur.
8) Debe diseñarse teniendo en cuenta también las medidas pasivas más adecuadas. Las medidas pasivas son las que se incorporan al edificio y no precisan de una puesta en marcha, como por ejemplo, la incorporación de aislamiento en la envolvente térmica, la mejora de los vidrios y marcos que componen los huecos de dicha envolvente, etc.
9) La arquitectura no es cosa sólo de arquitectos, sino de todo un conjunto de especialistas: instaladores, estructuristas, paisajistas, interioristas, etc.
10) Se asegurará la estanqueidad de la totalidad del edificio evitando infiltraciones indeseadas, para ello la envolvente tendrá un papel principal. Un alto grado de infiltración supone un alto grado de ventilación no controlada que se pierde y por tanto un alto grado de consumo de energía.
11) Se utilizarán materiales con las mejores prestaciones, para limitar su impacto ambiental teniendo en cuenta su Análisis de Ciclo de Vida (ACV), la Declaración Ambiental del Producto (DAP) y que permitan ser reutilizados y reciclados.
12) La reducción de C02 debe ser un objetivo común en todas las fases, tanto a la hora de elegir los materiales, como en la ejecución y en el uso de los edificios.
13) La eficiencia energética y la sostenibilidad, parten desde la fase inicial de diseño del edifico; y serán claves en el desarrollo y la elaboración de los proyectos.
14) Se deberá optimizar el agua, como una parte más de la energía. Por ejemplo, mediante cisternas de doble descarga o con grifería que reduzca el caudal.
15) El aprovechamiento de la luz natural, es un elemento fundamental en el diseño. La luz procedente del sol tiene un perfecto rendimiento de los colores y aporta elementos muy proactivos en el comportamiento de las personas.
16) Será primordial la conciencia y racionalización de consumos y demandas a la hora de proyectar. Conocerlo, nos permite tener una visión cuantitativa y clara sobre la que actuar.
17) La normativa debe apoyar y corroborar las decisiones en cuanto a la sostenibilidad. La nueva versión del Código Técnico de la Edificación (CTE) hace más hincapié en la eficiencia energética y en la sostenibilidad de los edificios.
18) Se buscará la máxima calificación energética. Clase A si C < 0.40 (C = índice de calificación energética)
19) El edificio buscará además el confort del usuario. Para ello, existen certificados como el WELL Building Standard, que se centra en la salud y el bienestar.
20) No solo arquitectura, también se diseñará un urbanismo sostenible. De esta forma se consigue no solo un objetivo individual sino colectivo.
En Morph Estudio llevamos mucho tiempo aplicando estos mandamientos a nuestros proyectos. Desde el inicio del diseño tenemos en cuenta parámetros tan fundamentales como la orientación o la utilización de materiales sostenibles. Además, informamos y asesoramos a nuestros clientes para concienciarlos de esta gran problemática y de cómo ellos pueden ayudarnos a conseguir las máximas calificaciones energéticas para sus proyectos. Prueba de ello es que muchos de nuestros edificios cuentan ya con Calificación Energética A y algunos además han obtenido certificación BREEAM, como en nuestras residencias de estudiantes de Salamanca, Oviedo o el gran complejo urbanístico y residencial que estamos desarrollando actualmente en Los Ángeles de San Rafael, con más de tres mil viviendas proyectadas para los próximos cinco años.
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